Quien diga que nunca le ha tenido terror a una barra de chocolate pensando que al otro día va a amanecer con un grano monumental  en la cara, está mintiendo.   Todos en algún momento hemos pensado que ellos son los culpables y hemos tratado de evitarlos.

Las grandes compañías chocolateras (sumamente preocupadas por esta creencia), han gastado fortunas en estudios dermatológicos para poder desmentir esto.  Y sí… afortunadamente para ellos, no es más que un mito.

¡Buenas noticias! Comer chocolates realmente no provoca acné.  Uno de los estudios más recientes al respecto publicado por la Universidad de Colorado, arroja que las harinas refinadas y los alimentos con altos niveles de azúcar (aquí podría tener un poquito de culpa el chocolate, pero no del todo) son los que realmente provocan brotes  drásticos de acné ya que provocan una mayor producción de sebo en las glándulas sebáceas.

Si de todas formas prefieres seguir tomando distancia de los chocolates (pero mueres por ellos), recuerda que mientras más obscuro sea el chocolate, más puro y menos azúcar tendrá.

 

 

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