Es bien sabido que cenar después de beber, ayuda a bajar la borrachera y ayuda a que la resaca del día siguiente no sea tan macabra. No es casualidad que afuera de los antros y bares haya carritos de hot dogs, tacos, tortas y demás manjares callejeros.
Después de beber es importante que los alimentos que consumas sean ricos en vitamina B6 (lácteos, carnes, huevo, plátanos, papas, y granos integrales) y B1 (maíz, avellanas, cerdo, naranja, piña, mortadela, ciruelas, jamón serrano).
Las comidas altas en grasas y proteína ayudan a que no padezcas del efecto “cama voladora”, y a que te sientas infinitamente mejor al otro día. Esto porque contribuyen a que el organismo absorba mucho más rápido el alcohol. Además te hidratan y elevan el nivel de azúcar en la sangre que normalmente se baja conforme bebes.
Si tienes náuseas, las pizzas y pastas (hidratos de carbono) pueden ser una buena opción: ayudan a que la absorción de alcohol y el efecto pasen más rápido.
Como verás, los famosos “tacos” después de la fiesta tienen una explicación “científica”; tienen gran parte de los nutrientes que tu cuerpo necesita para recuperarse. ¡Adiós a la culpa por haberte tragado 5 tacos al pastor! Piensa que es pura vitamina B6 y B1.
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