La sopa de jitomate asado rompe con el esquema tradicional de la típica sopa de verduras ya que cuando termines de prepararla y la pruebes no vas a poder creer que de tus manos salió algo tan “gourmet”.
Su contenido calórico es bajísimo y tiene una gran aportación de potasio, lo que te ayudará a sentirte con mucha energía y evitará calambres.
El jitomate también contiene glutatión, un antioxidante que ayuda a depurar las toxinas del cuerpo, lo que lo convierte en un aliado perfecto para la dieta.
Tiempo de preparación: 10 minutos
Cantidades para una persona
Ingredientes:
- 6 jitomates saladet
- ¼ de cebolla blanca
- 1 ajo pequeño
- 1 cucharada pequeña de aceite de oliva
- 500 g. de caldo de pollo (puede ser el que venden desgrasado en tetra pack o simplemente medio litro de agua con Knorr Suiza diluido)
- 1 hoja de laurel o una cucharada de orégano
- Sal y pimienta al gusto
Una vez lavados perfectamente, se cortan los jitomates transversalmente en 2 mitades y se les quita la parte dura amarilla, (donde surgen las hojas).
La cebolla se corta a la mitad y junto con el ajo y los jitomates, se pone todo a asar en un comal.
Los ingredientes se voltean constantemente para que se asen al parejo, el jitomate y la cebolla empezarán a cocerse y se pondrán negros rápidamente. Esto no importa ya que es parte de la receta.
Cuando notes que el jitomate está blando, es hora de retirar todo del comal y ponerlo en la licuadora.
Agrega el caldo de pollo, el laurel u orégano, la sal y la pimienta y licua todo hasta que veas que todos los ingredientes se homogenizan.
En una olla, vierte la sopa de tomate licuada y ponla a hervir durante unos minutos, vas a ver cómo cambia el color del jitomate al hervirse.
Antes de servir, agrega una cucharadita de aceite de oliva a la sopa y listo!
* Se recomienda añadir trocitos de queso panela a la sopa, esto la hace una comida más completa.
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