Buenas noticias para todos los «salseros», ahora no tendrán que desperdiciar un bote de salsa para espaguetti porque no se lo acabaron y terminó con moho en el refrigerador meses después o llorarán ante la salsa casera que se echó a perder pese a haber intentado arduamente librar la batalla del refrigerador.
La mejor solución para que siempre tengas salsa a la mano (lista para calentar), es congelándola en charolas para hacer hielo. Es así de fácil, vierte toda la salsa que tengas en charolas y congélalas. Para usarlas de nuevo, solamente necesitas calentar un par de minutos en el microondas unos cuantos cubitos en una taza o plato hondo y listo!
Si vas a hacer pasta, calcula 2 cubitos por persona. El mismo caso aplica para los chilaquiles, 2 cubitos de salsa por plato (ojo! el grado picante disminuye considerablemente al congelarse).
Si lo que quieres es tener a la mano la típica salsa de molcajete que hacen en casa de tu mamá, llena a la mitad los cuadritos de la bandeja y considera un cubo por cada 3 quesadillas.
Cómo dorar el tocino en el microondas Siguiente Drama:
Cómo ahorrar luz en casa