Nunca he creído en las casualidades, de verdad no me parece que haber estado el sábado pasado en ese teatro haya sido un evento al azar.
“Grito al cielo con todo mi corazón” fue una entrañable sorpresa para mí en un momento clave en mi vida. Me encontré y descubrí en un abanico de situaciones interpretadas majestuosamente por dos mujeres que encuentran la forma de conectar con su audiencia y llevarla de la mano por un camino enteramente emocional del que resulta difícil desprenderse aún cuando termina la obra.
No es una cuestión de escenografía (que resulta ser perfecta) ni de efectos especiales ni de conversaciones burdas, son extractos de nuestras vidas perfectamente representados por estereotipos en los que afortunada o desafortunadamente encajamos prácticamente todos.
Tampoco es una cuestión de género, hombres y mujeres algunas veces hemos sido la hija, la madre, la madrastra, la abuela, la amante o la amiga y otras, simplemente los espectadores del fantástico circo desgarrador y emocional que resulta ser esta vida.
Dentro de todo este contexto, ¿Cuál es el papel del cielo? Es el lugar en donde se encuentran todos los personajes, en donde nos encontramos nosotros con ellos y a donde, irremediablemente, vamos a ir todos a parar.
El teatro mexicano me ha roto el corazón varias veces, por eso confieso no ser del todo creyente en él; pero la calidad escénica de “Grito al cielo con todo mi corazón” es realmente de primer mundo. Ximena Escalante es el cerebro detrás de esta puesta en escena; Ludwika Paleta y Daniela Schmidt son quienes llevan el peso de toda la obra sobre los hombros, estas mujeres simplemente merecen todo mi respeto y admiración. ¡Semejante trío de talento mexicano! Me llena de orgullo que este producto enaltezca el nombre de las artes escénicas mexicanas y que próximamente nos represente en Francia.
¿Crees que estoy exagerando y que estoy siendo demasiado benévola con una obra de teatro mexicana? Te invito a verla y me cuentas, prometo que no vas a salir defraudado.
Gracias infinitas por esta experiencia Dani, has revivido un corazón roto.
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