El concepto de las despedidas de solteros con amigos es increíblemente divertido, aunque muchas veces se salen de control y se van a un extremo en donde lo único que importa es el alcohol y los arrimones con desconocidos del sexo opuesto (pero nunca nadie ha respingado por esto).

 
El plan de la despedida de solteros es drásticamente diferente para el novio que para la novia, la verdad es que sigue siendo políticamente correcto que el novio tenga diversión XXX “autorizada”, mientras que la novia está en casa de la suegra recibiendo consejos para el matrimonio en donde 8 de 10 tías le dicen: “nunca se vayan a dormir peleados”.

 
Entonces surgen los viajes de “despedida de solter@” y ahí la cosa se pone mucho más pareja, los hombres al ser menos complicados probablemente se irán a los festejos habituales y quizá en el fondo lo mejor del viaje sea un torneo interminable de FIFA sin interrupciones.

 
Para nosotras un viaje puede ser una auténtica revolución (sépanlo).

 
Tener a 7 (más – menos) mujeres reunidas dispuestas a conquistar (o reconquistar) el mundo en 3 días, es un reto que afianza el hermanazgo de la amistad que ha perdurado por años entre ellas.

 

¡Estrógenos unidos jamás serán vencidos! Las amigas dicen y la novia hace. Entonces comparten cuarto y se ponen al día de todo lo que no han hablado últimamente, la llevan a un show en donde hombres grasosos en tanga le bailan, la hacen beber ininterrumpidamente, recuerdan anécdotas que hace muchos años no recordaban (y que varias del grupo no conocían), lloran, se tiran al placer de los carbohidratos desayunando waffles y hotcakes con tocino sin inhibiciones, se arreglan juntas en el baño (como probablemente desde los 16 años no lo hacían), se acompañan en el dolor de pies al no soportar los tacones, se cuidan en la resaca y fomentan el reenganche de la fiesta, se cuelgan moños, velos, anillos, tutús, lo que sea para salir de fiesta, se carcajean hasta tener dolor de panza y recuperan esa complicidad que las llevó a ser amigas.

 

Los viajes siempre han puesto a prueba las relaciones humanas, bien dicen que realmente empiezas a conocer a una persona cuando viajan juntos, qué mejor que hacerlo con los amigos que conoces desde siempre y desconectarte de la rutina al menos 3 días.

 

Un viaje entre amigos puede hacer que casi todo se olvide: problemas, achaques, estress, hijos, novios, maridos y hasta deudas. Si no hay una despedida de solter@ en puerta, no esperes mucho tiempo para hacerlo, puede que regreses sintiendo que físicamente envejeciste 10 años, pero en el fondo, rejuveneciste 15.

 

 

 

Para Cristina, Ana, Kari, Cas, Guille y Dunia.

 

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