¿Las toallas de tu casa no son como las de los anuncios? ¿Qué fue de esa “esponjosidad” y “suavidad” que tenían cuando las compraste?
Las toallas al final del día son fibras textiles “de uso rudo” que debemos cuidar si queremos que nos duren más tiempo, pero sobretodo, para que no pierdan la textura que nos llevó a comprarlas en primera instancia.
Para que tus toallas vuelvan a ser suaves y “esponjositas” y te sientas como bebé de comercial abrazado por ellas, necesitas:
– Agregar un chorrito de vinagre blanco a la lavadora cada vez que las laves
– Lavarlas con la mitad de jabón en polvo (sobre la medida que normalmente usamos), mientras más jabón se use, más ásperas quedarán
– Usar muy poquito suavizante (una tapita para la carga completa)
– Secar las toallas en secadora o tenderlas en un lugar al que no le dé el sol, ya que éste daña los tejidos
– Planchar las toallas (ya sé, esto puede ser tedioso pero piensa en el cachorrito que duerme sobre las toallas e imagínate envuelto en tanta calidez)
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