¿Te has dado cuenta de que siempre lavas las fundas pero nunca te ocupas de lavar las almohadas? Pareciera que pensamos que al lavar las fundas, el interior “mágicamente” está limpio también.
Si bien no es necesario lavar las almohadas cada semana, es muy importante contemplar hacerlo ya que pasamos entre 6 y 8 horas al día respirando sobre ellas.
Si lo piensas fríamente, la almohada podría ser un escenario ideal para el cultivo de bacterias, hongos y ácaros (y en este preciso momento quieres correr a lavarlas).
Es importante hacerlo mínimo cada 5 meses o después de una gripa viral, es más fácil de lo que crees. Solamente hay que meterlas a la lavadora (no más de 2 al mismo tiempo), lavarlas con agua caliente, suavizante y detergente.
Si quieres que tu amada almohada no pierda sus propiedades “esponjosas y acolchonadas”, mete dos pelotas de tennis a la lavadora con ellas, eso hará que el relleno se mueva constantemente y no se aplasten.
Si tus almohadas son de plumas, tendrás que lavarlas a mano con agua caliente y dejarlas secando al aire libre, colgadas horizontalmente de cada uno de sus extremos para que el relleno seque uniformemente.
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