El pan blanco no solamente sirve para hacer sandwiches, tiene un super poder muy poco conocido: absorber polvo. Su consistencia y humedad natural son particularmente atrayentes para el polvo, mismo que se absorbe de inmediato al tener contacto con él.
Sería un desperdicio limpiar todas las superficies polvosas con pan blanco, pero hay algo en especial para lo que es fundamental: limpiar óleos. Difícilmente sabemos cómo limpiarlos ya que el agua puede dañarlos, ni qué decir de limpiadores químicos más sofisticados.
Un pan blanco (puede ser también un bagel) puede ayudarte a mantener tus cuadros impecables, lo único que tienes que hacer es poner el pan encima del óleo y repasarlo varias veces hasta que veas que el polvo va desapareciendo. Una vez que veas que no hay más polvo en el cuadro, usa otra rebanada de pan limpia para dar una última repasada y «pulirlo». Si quedaron miguitas se pueden quitar con una brocha seca de pelo fino.
En las imágenes de arriba te darás cuenta de cómo un bagel pudo prácticamente restaurar una obra sin necesidad de absolutamente nada más.
Una tortuga enamorada Siguiente Drama:
Super Supermercado
