Es muy común que tengamos huevos en el refrigerador y que no recordemos cuándo los compramos. Para no llevarte la sorpresa de que el huevo está podrido hasta que lo vas a cocinar, intenta meterlo primero en un vaso con 4 dedos de agua (aproximadamente), si el huevo se va al fondo quiere decir que está fresco, si flota un poco significa que hay que consumirlo pronto, pero si flota por completo (hasta la superficie) hay que tirarlo de inmediato, eso quiere decir que ya está podrido por dentro.
Retratos de Lego Siguiente Drama:
Sazón en cubitos helados