Si bien ya llevamos unos cuantos meses juntos, hay quienes apenas están emprendiendo la aventura de vivir solos o recién casados que se unen al Club de los Dramas de Casa y no tienen idea de los menesteres del hogar porque nadie se los ha explicado.
Esta es la primera entrega de las cosas que todos debemos saber y nadie nos dijo:
– Nunca debes meter latas (abiertas ni cerradas) al refrigerador porque la comida se oxida. Tampoco cucharas o cuchillos en contacto con la comida por la misma razón
– La comida caliente no se puede meter al refrigerador hasta que se enfríe y esté a temperatura ambiente. De hacerlo, la comida se echará a perder más rápido y el refrigerador se descompondrá más fácilmente al tener que hacer un esfuerzo adicional por enfriar los alimentos a partir de una temperatura altísima
– El pan se debe guardar en una bolsa de plástico bien cerrada para que se conserve y no se ponga duro
– El trapo de la cocina debe ser único de esa área, por ninguna razón se debe usar para nada más. Debe lavarse constantemente y remojarse en agua con unas gotitas de cloro al menos 2 veces por semana para evitar malos olores en él. Nunca se debe dejar “hecho bolita” sino extendido sobre alguna superficie para que se seque
– Debes tener una esponja para lavar los platos y otra para lavar los vasos. De lo contrario, correrás el riesgo de que los vasos huelan a restos de comida. No olvides desinfectarlas periódicamente (te toma 2 minutos)
– Hay que limpiar el microondas por dentro cada dos semanas para evitar que se formen bacterias que pueden causar enfermedades a futuro
– Los plátanos no deben de estar en el mismo frutero que el resto de las frutas de tu casa ya que su cáscara hará que el resto de la fruta madure más rápido (y por lo tanto, te dure menos)
– Hay que lavar los huevos antes de cocinarlos para evitar bacterias de salmonelosis que se pueden alojar en el cascarón
– Una solución de una cucharada de suavizante para ropa en una taza de agua puesta en un atomizador, te ayudará a quitar arrugas sutiles en la ropa sin necesidad de tener que plancharla
– Nunca debes ir a dormir sin revisar: que las perillas del horno estén bien cerradas, que hay una ventana abierta cerca del calefactor de gas y que si prendiste velas, no quedó ninguna prendida
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