Todos hemos pasado por ese momento incómodo en el que el primer café de la mañana pasó factura y se derramó sobre tu camisa blanca justo antes de la cita que tienes a medio día.
No todos se estresan por las manchitas de café en la camisa, blusa, saco o corbata. Pero los que sí somos “Control Freaks” de la higiene personal, sabemos lo incómodo que puede ser y la mala imagen que esto puede dar.
Lo primero que hacemos naturalmente es correr al baño y tratar de limpiar la manchita con agua y jabón. ERROR! Esto fija más la mancha y ahora no solamente será de café sino de jabón (que normalmente los de los dispensadores son rosas o verdes).
Necesitas:
– Sal
– Agua
– Toalla, servilleta de tela o trapo (de preferencia blancos)
– Limón (en caso de que la mancha esté muy fijada)
– Bicarbonato de sodio (si te quieres ver muy profesional)
¿Qué hacer?
– Forma una “pastita” de sal con agua y ponla sobre la mancha dejándola reposar unos cuantos minutos, posteriormente frótala con la toalla y verás cómo la mancha va desapareciendo poco a poco. Si no desaparece, pon unas cuantas gotas de limón sobre la mancha y frótalo junto con la sal y la toalla.
– Si estás obsesionado con la pulcritud y quieres evitar a toda costa las manchas en la ropa, procura tener siempre a la mano un poquito de bicarbonato de sodio (puedes ponerlo en un frasquito pequeño o en un sobre). El bicarbonato con un poco de agua frotado sobre las manchas de café hace que éstas se desvanezcan inmediatamente.
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