1. No usar los aditamentos del tamaño indicado
Una buena forma de saber qué aditamentos necesitas es pensando para cuántas personas vas a cocinar. Si vas a hervir pasta para dos personas, la olla mediana con un litro de agua será suficiente, si vas a hacer “huevo revuelto” elige siempre el sartén mediano (aunque te dé flojera lavarlo).
Si no tienes ollas y sartenes tamaño “medio”, ve siempre por lo grande. Si las cosas se salen de control y todo desborda por usar las ollas pequeñas, lavar el desastre será peor.
2. No saber usar los cuchillos
Un tip que te va a ayudar a hacerte la vida más fácil es tener:
- Cuchillo de sierra mediano
- Cuchillo de sierra chico
- Cuchillo de “chef” (los que son grandes con el filo liso)
Con estos tres estás del otro lado para cortar lo más básico. Cuando veas lo fácil que es cortar jamón con un cuchillo de chef y cómo el pan no se deshace con el cuchillo de sierra grande nos agradecerás.
3. Prender la hornilla con mucha anticipación
Clásico, vas a cocinar y una vez que tienes los ingredientes listos prendes la hornilla. El problema es que te falta lavarlos, pelarlos y cortarlos. Nunca prendas la hornilla hasta que no tengas todos los ingredientes listos, si lo haces para que el sartén o la olla se calienten rápidamente relájate! Hoy por hoy les toma menos de 2 minutos para estar a temperatura ideal para cocinar.
Corres el peligro de que al momento de agregar aceite inmediatamente salpique y te pueda quemar, además de estar desperdiciando gas.
4. Saturar los sartenes
Si saturas de comida los sartenes con el afán de cocinar más rápido vas a lograr el efecto contrario, ya que la cadena de calor se rompe al estar todo junto (como por ejemplo, cuando intentas asar 3 pechugas de pollo al mismo tiempo).
El secreto es que los ingredientes que están siendo asados no se toquen y no toquen ninguna pared del sartén. De esta manera, se estarán cocinando correctamente y cumplirán con su etapa natural de cocción.
5. Cocinar con huevos y lácteos recién salidos del refrigerador
Lo más sano en estos casos es sacar todos los lácteos que vas a necesitar para cocinar un par de horas antes para que logren estar a temperatura ambiente.
Uno de los clásicos errores es añadir un chorrito de leche a una crema o salsa, o de pronto, poner un trozo de mantequilla en la mezcla de los hotcakes, error! La temperatura de los alimentos puede afectar la cocción de todo el platillo y cambiar el sabor.
Procura nunca guardar los huevos a temperatura ambiente y calentar unos segundos en el microondas la leche, queso o la mantequilla que necesites añadir a la receta.
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